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Fabulos@ a cualquier​ edad

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Verse bien físicamente hace que nos sintamos mejor con nosotros mismos, más integrados en grupos sociales y a gusto con nuestra apariencia. En muchas ocasiones la cirugía plástica y estética juega un papel determinante que puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos estéticos.

La falta de autoestima deriva de verse diferente a la mayoría, sentirse señalad@ o simplemente situaciones como tener que usar unas prendas determinadas de ropa, puede condicionar nuestro día a día y nuestro desarrollo como personas tanto a nivel personal como profesional.

Otras veces, el capricho como tal puede ser el motivo determinante a la hora de recurrir a la cirugía estética. En este caso, más que nunca, se han de sopesar los riesgos de someterse a una intervención y confiar siempre en el criterio de un buen profesional.

ANTES DE LOS 20

Uno de los complejos que despiertan a muy temprana edad, son las orejas de soplillo que pueden ocasionar bulling en el colegio por lo que la otoplastia o cirugía para reposicionar las orejas sería una cirugía viable a partir de los siete años, época en la que concluye el desarrollo del cartílago auricular.

En la pubertad, tras el desarrollo de los caracteres sexuales, tanto en niños como niñas pueden producirse alteraciones en las glándulas mamarias que pueden precisar de cirugía plástica más por necesidad que por capricho.

En niñas, la gigantomastia hipertrofia mamaria, es decir, el exceso desorbitado de pecho, o bien, las asimetrías mamarias importantes, o la existencia de mamas tuberosas, mamas tubulares o constreñidas, de grados más complejos, son motivo de intervención quirúrgica a partir del momento en el que concluye el desarrollo, habitualmente entre los 16 y 18 años.

En los niños, el desarrollo de ginecomastia, es decir, la aparición de mamas con forma de pecho de mujer, de origen genético, no deja de ser motivo para, en caso de no revertir por sí misma a los 18 años, se indique acudir al cirujano plás- tico para su tratamiento.

En estas edades, los padres toman un papel muy importante ya que va a depender de ellos, ya sea por iniciativa propia o por convencimiento de ambas partes, teniendo en cuenta el componente psicológico y también el económico.

ENTRE LOS 20 Y LOS 30 AñOS

A partir de los 20 años, el capricho o la necesidad de verse aún mejor de lo que se está puede ser motivo de sucumbir a una cirugía estética.

La cirugía más demandada es sin lugar a dudas la del aumento de pecho, ya sea porque se ve una misma en desventaja en comparación a unos estereotipos culturales o simplemente acordes a la tendencia del momento, o porque su pecho no alcanza el volumen necesario para estar en armonía con el resto del cuerpo.

La rinoplastia o cirugía de la nariz es motivo frecuente de consulta en las clí- nicas de cirugía estética, sobre todo, en mujeres que presentan narices prominentes.

La otoplastia, y cirugías reparadoras demamas tuberosas, gigantomastias o asimetrías mamarias, también son habituales, en este momento más por iniciativa de los propios pacientes, que al conseguir la independencia económica deciden zanjar un problema para ellos, y de esta manera librarse de complejos y empezar a vivir la vida más plácidamente.

La ginecomastia por consumo de anabolizantes en varones con deseos de adquirir un cuerpo de escándalo a base de “jeringazo”, es una de las cirugías plásticas con más demanda.

Otras de las cirugías más solicitadas tanto por hombres como mujeres a partir de los 20 años, es la liposucción con el principal objetivo de eliminar depósitos de grasa de origen genético -cartucheras, en mujeres, y abdomen y flancos, en hombres- imposibles de eliminar con dietas ni con ejercicio físico.

DE LOS 30 A 40 AñOS

A partir de los 30 años, dependiendo de la genética de cada uno y de factores y conductas externas, el envejecimiento empieza a causar mella y, sobre todo, la gravedad.

Especialmente en estas edades, el sexo femenino puede requerir de la actuación de un cirujano plástico para poner solución a los cambios producidos tras uno o varios embarazos -con/sin lactancia posterior- tanto a nivel de abdomen como de pecho.

La abdominoplastia, la elevación mamaria con o sin implantes, o el simple aumento de pecho para reponer el volumen perdido, son las cirugías más comunes en esta franja de edad.

Del mismo modo, tanto hombres como mujeres, tras pérdidas importantes de peso pueden necesitar de la abdominoplastia para eliminar el exceso de piel y grasa consiguiente a nivel de abdomen, la cruroplastia en muslos o la braquioplastia en brazos.

No podemos dejar de lado, una cirugía cada vez más demandada, la labioplastia. Muchas mujeres no se sienten cómodas con sus genitales debido a asimetrías, signos de envejecimiento o deterioros provocados por los partos. Eso les impide llevar una vida normal, vestir la ropa que les gusta e incluso interfiere a la hora de mantener relaciones sexuales.

ENTRE LOS 40 y 50 AñOS

La mirada es el espejo del alma y si tenemos en cuenta que desde los 30 años puede ser necesario algún tratamiento médico-estético para frenar o prevenir el envejecimiento como las infiltraciones de ácido hialurónico a nivel de las ojeras o las inyecciones de bótox para elevar las cejas y relajar la mirada, en el caso de existir un exceso de piel en el párpado superior o presentar bolsas en los párpados inferiores, la cirugía de la blefaroplastia es la más demandada en estas edades para devolver la frescura a la mirada y sentirse de nuevo jovial y descansado.

La pérdida de grasa a nivel de pómulos marca el inicio del descolgamiento del tercio medio facial. En caso de no querer recurrir a los rellenos periódicos de ácido hialurónico, puede ser tratada de una manera más permanente con el lipofilling facial o trasferencia de grasa propia de otras zonas del cuerpo.

A PARTIR DE LOS 50 AñOS

La gravedad, los factores externos como el tabaco, la exposición solar, el abuso de alcohol y, sin lugar a dudas, la genética de cada uno puede determinar el descolgamiento de la piel de la cara y cuello a mayor o menor velocidad y, por tanto, precisar recurrir al lífting facial y/o del cuello para ponerle freno, constituyendo una de las cirugías más solicitadas.

No debemos olvidar, que con la llegada de la menopausia entre los 45 y 55 años, se producen alteraciones estéticas que puede ocasionar la acumulación de grasa en zonas en las que antes se podía controlar, como en el abdomen, o incluso la facilidad para ganar kilos. La liposucción puede ser una cirugía útil para combatir y eliminar estos cúmulos y envejecer con una mejor silueta.

Por el Dr. Óscar Junco

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