En la mayor parte de casos, la grasa localizada en zonas como cartucheras, cara interna de muslos, rodillas, glúteo alto y flancos, suele tener un origen genético, sobre todo cuando el peso oscila próximo al ideal. En estos casos, una vez esta grasa ha sido eliminada mediante una liposucción es difícil que nueva grasa vuelva a depositarse. Sólo en caso de alcanzar un sobrepeso importante podría volverse a acumular.
En cambio, la grasa del abdomen, una vez ha sido eliminada es más fácil de recuperar si no se mantiene una dieta equilibrada.