No es proporcionalmente beneficiosa la cantidad de ejercicio con el estado de salud de uno. El ejercicio es bueno para nuestra salud siempre y cuando se tenga en cuenta la frecuencia, la intensidad y la duración de forma razonable. Además, es importante realizar algún que otro descanso mientras realizamos deporte, ya que superar nuestros propios límites puede tener consecuencias negativas.